¿Sabías que en un festival celta llamado Samhain se encuentran las raíces de lo que hoy conocemos como la fiesta de Halloween? Sigue leyendo, hemos preparado unos tips para que lo pases de miedo esa noche.
Este festival se celebraba en países como Irlanda al finalizar la temporada de cosechas. Este periodo era conocido como fin del verano (Samhain se pronuncia sow-in) y con este festival, que coincide con el solsticio de otoño, daban paso al nuevo año celta.
Se creía que los espíritus de los difuntos caminaban entre los vivos y durante esa noche se podían mantener comunicaciones entre ellos. Las velas en las ventanas guiaban a los muertos a encontrar su camino.
Hoy queremos darte unos tips para que estés a punto en la noche de Halloween. ¡Atentas! Lo primero, ¡el disfraz! ¿que tal de novia cadáver? Vestido blanco, una tela de tul medio roto en el pelo, pintura morada por el cuerpo y para darle realismo pinta de negro uno de los brazos y simula los huesos con pintura blanca. ¿Demasiado complicado? Prueba con un vestido rojo, pelo totalmente deshecho y suelto, alguna mecha con pintura blanca lavable y un sombrero de bruja. Extrema el maquillaje y causarás auténtico terror.
Sé un buen invitado o queda como un gran anfitrión en la fiesta de Halloween preparando unos postres para la ocasión.
¿Unos ojos saltones ensangrentados? Coge unas galletas tipo Oreo, quítale una de las partes y desmigaja. Coge un poco del polvo que ha quedado y ponlo en medio de la base blanca rodéalo con unas tiras de regaliz roja. ¡Original y delicioso!
¿Tú que trucos tienes para la fiesta de Halloween? ¡Cuéntanoslo!