¿ Habéis probado alguna vez a confeccionaros un bolso? No es algo que sea muy habitual pero aquellas que sois «manitas» seguro que lo habéis intentado.Los de punto de cruz , bordados con piedras, cuentas, pasamanerías o tal vez con «patch work» que tan de moda está en este momento.
En el siglo XVII dado que se usaban los miriñaques tan complicados y los vestidos carecían de bolsillo hicieron furor los bolsos llamados limosneras, eran unas bolsitas que se colocaban debajo del vestido pues estos eran ajustados aplastando pecho con el corsé.
En el siglo XVIII también estuvieron muy en boga, los había a juego con los vestidos , con cuentas de cristal etc. En ellos las damas podían guardar no solo las monedas para limosnas como su nombre indica, si no también las pinturas y polvos para embellecerse a las que tan aficionada se volvió la clase alta.